Si la vida no se halla, pese a lo que se haga, por inteligente que se sea, por dotado que tal vez se sea, muy artista inclusive, de nada servirá, el poema es inexistente.”
Frédéric Wandèlere
Lo primero que leí de Beatriz Russo fueron sus Cuentos chinos y me extrañó que no tuviese nada publicado, luego supe por nán que Beatriz ya había publicado el libro de poemas En la salud y en la enfermedad y que acababa de publicar La prisión delicada.
Me lo compré, lo leí, lo releo y lo disfruto y la mejor manera de haceros saber sobre su libro es esta entrada de nán y algunos de los versos.
“Por eso besé su boca,
la bocca baciata de Fanny Cornforth,
y fui su boca en el instante en que sus dedos la tocaban.
Le mie labbra,
la sangre de un arcángel voluptuoso,
mi boca besada a la intemperie de unas alas que parpadean
como los crónicos ojos del mundo.
Cayeron sobre mi rostro las plumas de la luna.
Se oyó la voz temprana de Boccaccio
“Bocca baciata non perde ventura.
Anzi rinnova come fa la luna”
La mia bocca,
la boca de todas las bocas deshechas en el reloj de piedras.
Barre tu pincel los guijarros que aún pesan sobre mis labios
levantando el polvo esparcido de las lavandas.”
Beatriz Russo