lunes, 10 de diciembre de 2007

Hopper musicado



Hopper es uno de mis pintores preferidos.
Hay toda una historia en esos cuadros encadenados.
Rescue de Lucinda Williams.

jueves, 6 de diciembre de 2007

La prisión delicada

Lo primero que leí de Beatriz Russo fueron sus Cuentos chinos y me extrañó que no tuviese nada publicado, luego supe por nán que Beatriz ya había publicado el libro de poemas En la salud y en la enfermedad y que acababa de publicar La prisión delicada.

Me lo compré, lo leí, lo releo y lo disfruto y la mejor manera de haceros saber sobre su libro es esta entrada de nán y algunos de los versos.

“Por eso besé su boca,
la bocca baciata de Fanny Cornforth,
y fui su boca en el instante en que sus dedos la tocaban.
Le mie labbra,
la sangre de un arcángel voluptuoso,
mi boca besada a la intemperie de unas alas que parpadean
como los crónicos ojos del mundo.
Cayeron sobre mi rostro las plumas de la luna.
Se oyó la voz temprana de Boccaccio
“Bocca baciata non perde ventura.
Anzi rinnova come fa la luna”
La mia bocca,

la boca de todas las bocas deshechas en el reloj de piedras.
Barre tu pincel los guijarros que aún pesan sobre mis labios
levantando el polvo esparcido de las lavandas.”
Beatriz Russo

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Manos escogidas

Manos escogidas es el título de uno de los relatos del libro Casi todas las tijeras de Lara Moreno a la que podéis leer en su blog Guarda tu amor humano.
Hace meses que tengo este libro, pero hasta hoy no me he decidido a dejaros algo de él porque me resultaba auténticamente difícil elegir un cuento.
Todos me gustan.
Así que he abierto el libro y he dejado que el azar decida por mí y aquí estoy copiando un fragmento de la página 82.
“La dependienta de la mercería se llama Elzbieta. Como buena Elzbieta polaca es rubia amarilla y tiene dos ojitos azules añil avispándole la cara. Le gusta lavarse los dientes seis veces al día y ya tararea un español digno. Pero cuando lleve dos meses más trabajando en la mercería habrá alcanzado la suficiente soltura verbal como para traducirle a sus compañeras de habitación los terribles versos de Wislawa Szymborska. Antes de salir de su país estuvo aprendiéndose sus libros de memoria porque no le cabían en la maleta y prefirió llevarse los poemas enzarzados en el cabello, donde ocupaban menos espacio. Además tenía miedo de que no pasasen la frontera.”

Os dejo citas de lo que otros dijeron sobre este libro y os animo a leerlo.
“Lara Moreno dispone en estos relatos un juego privado con las palabras: la búsqueda de un estilo, el encuentro con ese estilo, que tiene una especie de condición mercurial: frases derramadas y a la vez precisas, adjetivos que se funden con otros adjetivos, asociaciones insólitas, caprichosas e inesperadas.”
Felipe Benítez Reyes

“Así aparecen estos quince relatos con vocación de honestidad vital. Donde los personajes nos revelan sus razones-pasiones más íntimas (que pueden ser las nuestras) para desenvolverse en un mundo extraño (que sí es el nuestro).”
Paco Cifuentes

“Va recogiendo a cada página la difícil tarea de aunar belleza y precisión, dolor y optimismo, desahucio e integración. Todo tejido con las ganas de cambiar un mundo que se sitúa al otro lado del espejo, y arrebata, a todos los seres que en estos cuentos habitan, el reflejo de su silueta”.
Carmen Moreno

lunes, 3 de diciembre de 2007

Dance me to the end of love



Llévame bailando hasta tu belleza con un violín ardiente.
Llévame bailando a través del pánico hasta que esté a salvo.
Levántame como una rama de olivo y sé mi paloma mensajera.
Llévame bailando hasta el final del amor.

sábado, 1 de diciembre de 2007

E. Dickinson y B. Mesa

SOY NADIE
Soy nadie. ¿Tú quién eres?
¿Eres tú también nadie?
Ya somos dos entonces. No lo digas:
lo contarían, sabes.


Qué tristeza ser alguien,
qué público: como una rana
decir el propio nombre junio entero
para una charca admiradora.
Emily Dickinson



NADIE
Donde estoy nunca estuve,
donde estaré no existe.
No hay techo en el mundo
que pueda cobijarme.
A nadie pertenezco,
soy nadie.
De la carne del vacío me alimento.


No tengo destino, ni dios, ni patria.
No soy, no puedo ser.
El mundo dice que existo,
pero el mundo miente.
Sólo existe esa mentira, ese dolor:
la dolorosa mentira de existir.
Bruno Mesa

jueves, 22 de noviembre de 2007

Primera lectura adulta

Tenía nueve años cuando cambié las aventuras de Guillermo Brown, las de las gemelas en Santa Clara y todos los libros de Julio Verne por otro tipo de lecturas.
Era invierno, llovía, me pudo la curiosidad y decidí coger un libro que mi madre estaba leyendo, El abogado del diablo de Morris West.
Secuestré el libro y lo leí a escondidas. No entendí mucho de qué iba, pero leerlo me causaba la desazón de lo prohibido y lo que sucedía entre los personajes era algo completamente nuevo para mí, así que aquella lectura, de la que no saqué mucho en claro pero que me apasionó más que cualquiera de los libros que había leído hasta entonces, fue la puerta que me abrió la biblioteca de mi padre.
De esa manera me acerqué a personajes como Sorel, Bovary, Zhivago, Castorp y muchos otros. Casi todos esos libros los he vuelto a releer, menos El abogado del diablo.
No quiero perder aquella sensación que tuve a los nueve años.

¿Cuál fue tu primera lectura adulta?

domingo, 18 de noviembre de 2007

El último café



Desgarrador.
El tango.
Las imágenes.
Ella.

lunes, 12 de noviembre de 2007

Un aliciente

Hay dolores que se recuerdan
con distanciamiento, como si
al pensarlo
pareciera que sí ha pasado
el tiempo.
Concha García

Fragmentando

Estaba ciega. Quería que usted fuese y no fuese ella. Si me comporté así, fue porque estaba herida. Las personas heridas son peligrosas. Le he pedido disculpas y le he intentado explicar el porqué de mi conducta. ¿No es suficiente?

Sólo es necesario tiempo para que hasta lo más terrible pueda contarse sin horror. ¿Y qué hay para una mujer enamorada más horrible que la mentira y el abandono? Nada.

Durante un tiempo a esa persona se la ve en todas, se la busca en todas, se la sufre en todas y se la quiere y se la detesta en todas. Sí, yo quería y no quería que usted fuese ella.

Mi herida cicatriza, apenas la noto, sólo a veces una ligera punzada, una leve molestia, una nostalgia, nada.

domingo, 4 de noviembre de 2007

La noche en las ciudades




(Looking for the heart of saturday night)
TOM WAITS
A Luis Antonio de Villena
A lo largo del tiempo
y en diversas ciudades, he observado a esa gente
que transita en la noche: bebedores anónimos,
muchachitas de un día, cuarentones
que regresan vencidos del amor, todos ellos
buscadores sin mapa de un tesoro.
Por calmar otra sed beben sin ganas,
y en sus ojos he visto esas preguntas
que a veces el amor supo acallar,
pero muerto el amor, de regreso en la noche,
en sus ojos seguían las preguntas,
esas mismas preguntas que se hicieron
los poetas románticos al contemplar la luna,
pero también los griegos y los árabes
y tantos otros cuya historia
desconoce esa gente que se hace
esas mismas preguntas, esas tristes preguntas
que a mí me asaltan hoy ante esta copa:
en la falsa moneda de la noche
¿he buscado su brillo o he buscado su sombra?
¿Qué queda de la dicha que algún sábado
he creído sentir, o es que sólo
existe fingimiento en la alegría?
¿Qué ciudades, qué noches, qué luces o qué sombras,
qué palabras, qué cuerpos,
o que extraño cansancio calmarán
este afán de vivir que la vida no sacia?
Para expresar lo que en las noches siento,
lo que en tantas ciudades y a través de los años
he sentido al volver los sábados a casa,
derrotado y dichoso, solitario,
debería quizá recurrir a la imagen
de esos vasos vacíos que la noche abandona
y en los que brilla el sol
por un instante al despuntar el día,
o haber sido un buen músico quizá,
escuchad a Tom Waits y dejad de leerme:
ahora
sólo a un blues se parece mi alma.
Vicente Gallego