No quiero ser enero y que la nieve caiga
sin que mi mano pueda conocer tu cintura.
Estás tras la ventana y llueve y la ciudad
es la foto gastada de aquella otra ciudad
donde besos y risas son parte del recuerdo.
La memoria embellece lo perdido, bien lo sé.
No quiero ser enero, pero es inevitable,
como es inevitable que tú seas
esa mujer que miro mirar tras la ventana
y que ella sea ardiente,
ardiente e imposible, como tú.
Mis ojos tienen sed, han naufragado en ti.
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4 comentarios:
¡Ay! Que te me pierdes.
:)
¡Feliz año!
Hermosos versos.
«La memoria embellece lo perdido, bien lo sé...»
Sí, este verso no perderá su belleza en mi memoria, lo sé.
Gracias.
Gracias a ti, joseba m.
Eres muy amable.
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