Está el silencio, que reverbera de olores, luces, sombras.Está el decir las palabras de siempre, pero cepilladas, perfumadas y latientes (después del silencio).Está la sonrisa, que dice ¡ven! a quien tú quieres que venga, para usar los labios, las bilabiales, fricativas y explosivas.Está el eco que te hace salir al balcón y gritar ¡Amigo!, para escuchar poco después ¡Estoy!(Las palabras, mientras, se van agrupando para cuando tú las llenes de sentido).
Ay, nán, qué bonito sientes y escribes!Un abrazo.
Tienes razón (y perdona que me inmiscuya tan a destiempo): Nán escribe bonito. (Y también Flavia.)Llevo un buen rato releyendo entradas y, al final, no he podido resistirme...
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3 comentarios:
Está el silencio, que reverbera de olores, luces, sombras.
Está el decir las palabras de siempre, pero cepilladas, perfumadas y latientes (después del silencio).
Está la sonrisa, que dice ¡ven! a quien tú quieres que venga, para usar los labios, las bilabiales, fricativas y explosivas.
Está el eco que te hace salir al balcón y gritar ¡Amigo!, para escuchar poco después ¡Estoy!
(Las palabras, mientras, se van agrupando para cuando tú las llenes de sentido).
Ay, nán, qué bonito sientes y escribes!
Un abrazo.
Tienes razón (y perdona que me inmiscuya tan a destiempo): Nán escribe bonito. (Y también Flavia.)
Llevo un buen rato releyendo entradas y, al final, no he podido resistirme...
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