“Ciertamente todos somos distintos con diferentes personas y cambiamos según el lugar y las circunstancias. Pero en el caso de Paul y Jane la diferencia era extremada. A las personas que les conocieron les impresionaron los aspectos concretos de su compleja personalidad y reaccionaron intensamente. Y Paul y Jane reaccionaban a su vez a la reacción de los otros, intensificándola.
Ellos, sin embargo, no se consideraban paradójicos, o, mejor dicho, comprendían y necesitaban las paradojas del otro. Si ella se quejaba, por ejemplo, de que él la entristecía, también era cierto que a veces necesitaba la tristeza de él para mantener la propia a raya. Si en determinado momento él era osado y ella timorata, en otro era exactamente a la inversa y la intrépida era ella.”
Ellos, sin embargo, no se consideraban paradójicos, o, mejor dicho, comprendían y necesitaban las paradojas del otro. Si ella se quejaba, por ejemplo, de que él la entristecía, también era cierto que a veces necesitaba la tristeza de él para mantener la propia a raya. Si en determinado momento él era osado y ella timorata, en otro era exactamente a la inversa y la intrépida era ella.”
“Llevaban casados muchísimo tiempo pero seguían disfrutando de su mutua compañía. Era asombroso y conmovedor oírles hablar y reír en la habitación contigua como si acabaran de conocerse y estuvieran desplegando toda su inteligencia y simpatía para cautivar al otro.”
Millicent Dillon
Jane Bowles
7 comentarios:
Qué casualidad, leí ese libro hace muchísimo tiempo, porque Jane Bowles es uno de mis personajes favoritos. No tiene una literatura importante (su novela no me gustó demasiado), pero ella misma es una obra de creación (y la fomenta a su alrededor). Todas las maneras de enfocar la vida son nuevas y sorprendentes.
Esa biografía es importantísima. Le regalé mi ejemplar, hace unos meses, a una de mis amigas blogueras.
No es casualidad, nán, leí la biografía de Jane porque hablaste de ella en tu blog y porque luego Lara también la elogió.
Leerla ha sido realmente emocionante.
Gracias.
Estas son las cosas que me encantan de los blogs. Lo que hace que sean útiles. Esas información que va en todas las direcciones. Estas no-casualidades.
Qué vida tan llena y valiente la de Jane, ¿verdad?
Sí, nán, todos aprendemos de todos.
De Jane lo que más admiro es su fortaleza y su sentido del humor y lo que más me cuesta asimilar fue cuánto sufrió en sus últimos años. Me quedó una cierta tristeza.
Leeré la biografía de Paul, pero de aquí a un tiempo.
Necesito reposar lo que sé de Jane antes de contrastarlo con lo que explica Paul.
De nuevo gracias por descubrirme a Jane.
No sé si Paul puede gustarnos tanto como Jane, la verdad.
Es curioso cómo seleccionamos y lo que crean los blogs. Reconozco que he llegado a libros por mi Primo y por Flavia. A la propia Dama le debo un comentario extensísimo sobre su obra.
Si consigo recobrar la cordura y el equilibrio del tiempo perdido, claro.
Flavia, pues creo que no, pero quiero saber qué cuenta él de Jane, cómo la veía.
Carmen, tienes toda la razón, nos movemos por afinidades (también en la red) y es muy gratificante hacer determinados descubrimientos.
Espero con avidez tus comentarios sobre la obra de Flavia.
Y, Carmen, nunca el tiempo es perdido, de aquí a poco sabrás que no. De todo se aprende, créeme.
Por cierto, un magnífico poema el que dejaste en tu blog.
Besos a las dos.
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