jueves, 4 de octubre de 2007

Antonia

Antonia se mueve por la casa con la rapidez y eficiencia de quien lleva muchos años ordenando las casas de los otros.
Antes de irse, Antonia entrará a darle un repaso a ese espacio en el que Lamujer trabaja y le contará que su hijo no va bien en Secundaria, que le gustaría tener un terreno para hacerse una torre, que los domingos su marido la lleva a tomar cerveza y bravas, que su suegra igual se viene a vivir con ellos, que ya llega tarde a la próxima casa, que el taller donde trabaja su marido va a cerrar… Cosas que Lamujer ya sabe, las mismas cosas que cuenta siempre Antonia con esa voz sonriente que hace un rato canturreaba por toda la casa. Luego, Lamujer le alargará un sobre y se despedirán hasta la próxima semana.
Lamujer lleva una vida apacible, cómoda. Pero a veces se sorprende deseando ser Antonia.

4 comentarios:

Flavia Company dijo...

¿De quién es este texto emocionante?

nunuaria dijo...

Mío.
(No me hagas sonrojar.)
Gracias.

NáN dijo...

aunque varias veces he tratado de comentar, pero no podía porque siempre voy de anónimo (firmando como nán en negrita), yo también te quiero hacer sonrojar, porque me parece muy bueno, cómo describes la vida dura, pero vida, y la vida cómoda, pero tan blanda que se la ve pasar, con tristeza, tras los cristales.

nunuaria dijo...

Sí, nán, eso intentaba explicar.

Sonrojada y sonriente te doy las gracias.