“…La imagen de la imponente pareja que habían formado (jóvenes, guapos, brillantes y excelentes poetas) quedó hecha añicos. Plath no pudo soportar ver destrozado aquel emblema de perfección por obra de la aparición de otro amor en la vida de Ted Hughes, quien sufrió durante decenios el reproche del feminismo universal. ¿Y la poesía? ¿Tanto la de ella como la de Ted Hughes? Léanlas. No salen en el Guinness de la desdicha ajena, pero valen la pena.”
Ana María Moix
Ana María Moix
¿Nos atraería tanto la obra de ambos sin ese trasfondo que conocemos a través de los libros, películas y artículos que nos han hecho partícipes de su desafortunada intimidad?
Creo que no.
De todo lo que he leído sobre ellos, el libro más contenido y acertado es La mujer en silencio de Janet Malcolm.
Os dejo un fragmento sobre biógrafos y lectores.
“La biografía es el medio por el cual los secretos que aún quedan de los muertos que son famosos les son arrebatados y se ofrecen a la vista del mundo… El voyeurismo y la indiscreción que sirven de acicate tanto a los escritores como a los lectores de biografías, quedan difuminados por un aparato de erudición destinado a proporcionar a la empresa una apariencia de amabilidad y solidez… Se presenta al biógrafo casi como una especie de benefactor. Se considera que ha sacrificado años de su vida a su tarea, sentado incansablemente en archivos y bibliotecas y manteniendo pacientemente entrevistas con los testigos. No existe distancia que no recorra, y cuanto el libro más refleje de su trabajo, el lector más creerá que está teniendo una experiencia literaria elevada, en lugar de simplemente escuchando chismes y leyendo el correo de otra persona. Raramente se reconoce la naturaleza transgresora de la biografía, pero ésa es la única explicación del estatuto de la biografía como género popular. La asombrosa tolerancia del lector (algo que no ampliaría a una novela escrita la mitad de mal que la mayoría de las biografías) sólo tiene sentido cuando la vemos como una especie de connivencia entre él y el biógrafo en un excitante compromiso prohibido…”
Janet Malcolm
La mujer en silencio