sábado, 31 de enero de 2009

Sylvia y Ted

“…La imagen de la imponente pareja que habían formado (jóvenes, guapos, brillantes y excelentes poetas) quedó hecha añicos. Plath no pudo soportar ver destrozado aquel emblema de perfección por obra de la aparición de otro amor en la vida de Ted Hughes, quien sufrió durante decenios el reproche del feminismo universal. ¿Y la poesía? ¿Tanto la de ella como la de Ted Hughes? Léanlas. No salen en el Guinness de la desdicha ajena, pero valen la pena.”
Ana María Moix

¿Nos atraería tanto la obra de ambos sin ese trasfondo que conocemos a través de los libros, películas y artículos que nos han hecho partícipes de su desafortunada intimidad?
Creo que no.
De todo lo que he leído sobre ellos, el libro más contenido y acertado es La mujer en silencio de Janet Malcolm.
Os dejo un fragmento sobre biógrafos y lectores.

“La biografía es el medio por el cual los secretos que aún quedan de los muertos que son famosos les son arrebatados y se ofrecen a la vista del mundo… El voyeurismo y la indiscreción que sirven de acicate tanto a los escritores como a los lectores de biografías, quedan difuminados por un aparato de erudición destinado a proporcionar a la empresa una apariencia de amabilidad y solidez… Se presenta al biógrafo casi como una especie de benefactor. Se considera que ha sacrificado años de su vida a su tarea, sentado incansablemente en archivos y bibliotecas y manteniendo pacientemente entrevistas con los testigos. No existe distancia que no recorra, y cuanto el libro más refleje de su trabajo, el lector más creerá que está teniendo una experiencia literaria elevada, en lugar de simplemente escuchando chismes y leyendo el correo de otra persona. Raramente se reconoce la naturaleza transgresora de la biografía, pero ésa es la única explicación del estatuto de la biografía como género popular. La asombrosa tolerancia del lector (algo que no ampliaría a una novela escrita la mitad de mal que la mayoría de las biografías) sólo tiene sentido cuando la vemos como una especie de connivencia entre él y el biógrafo en un excitante compromiso prohibido…”
Janet Malcolm
La mujer en silencio

8 comentarios:

NáN dijo...

La posibilidad, por conocer los "chismes", de situar las rampas de lanzamiento de tantos poemas de ambos es un privilegio.

nunuaria dijo...

Pues no creo que conocer esos "chismes" añada o quite valor a sus poemas ni que sea necesario remover la ciénaga.
Son grandes, eso basta.
Y me da rabia que se siga hurgando de una manera tan impúdica y oportunista en sus vidas cada vez que se publica o se reedita algo.

carmen moreno dijo...

Vamos a ver, mujer. ¿Tú cuánto tiempo tienes para leer? Jo, es que ahora mismo te odio porque lees muchísimo y ... snif... estaré en mi cuarto.

nunuaria dijo...

Jajajaja, ay, Carmen, mucho menos tiempo del que quisiera.
Ya vi que te hicieron jefa, mi enhorabuena, y ahora sí que tendrás mucho que leer y seleccionar.
Debe ser muy interesante tu nuevo trabajo, leer inéditos y decidir.
Bueno, ya nos irás informando en tu blog de lo que se publica.
Besos.

NáN dijo...

Pues te llevo la contraria, Nunuaria, pero para mí conocer la situación en la vida de los poetas me ayuda a veces a entender sus versos. A pesar de que los poemas salgan de un estrato que no es el de la vida real.
Por otra parte, los "chismes" no son los de la prensa rosa, ni nos escandalizan ni nos atraen: son las realidades de la vida de artistas cuya obra admiramos.

nunuaria dijo...

A ver, nán, que yo soy la primera que lee la biografía de un autor cuando me interesa su obra, pero que los biógrafos se ceben en las desdichas de estos dos poetas me parece fatal por mucho que nos aclaren lo que quisieron o no quisieron decir en sus poemas.
Hay muchas maneras de contar lo sucedido y lo que han hecho con ellos me parece indigno.
No han dejado intacta una sola parcela de su intimidad.

NáN dijo...

Claro, estaba hablando de lo que no sé, porque no he leído esas biografías. Lo que quería decir es, por una parte, que me encantan los datos biográficos personales porque me ayudan a entender la obra conectada con la variabilidad de las circunstancias de la vida.

Por otra parte, que en la vida de los artistas lo acepto todo si he aceptado su obra: no se puede cambiarlo todo sin sangrar.

Eso no me pasa con las vidas de los políticos, por ejemplo.

nunuaria dijo...

nán, eres muy paciente y yo muy terca.
Besos.